En el mundo de las finanzas y los préstamos, es común encontrar términos y conceptos que pueden resultar confusos para muchas personas. Uno de esos conceptos es el «aval de bienes y raíces«.
En este artículo, desglosaremos qué es un aval de bienes y raíces, cuándo es necesario obtenerlo, sus tipos más comunes, ventajas, riesgos asociados, responsabilidades del avalista, diferencias con una hipoteca, consecuencias de incumplimiento y alternativas disponibles.

¿Qué es un aval de bienes y raíces?
Un aval de bienes y raíces, también conocido como garantía real, es un compromiso en el que una persona o entidad ofrece propiedades inmobiliarias como garantía para respaldar un préstamo o una obligación financiera.
Esta propiedad se convierte en un activo que el prestamista puede tomar en caso de que el prestatario no cumpla con los términos acordados en el contrato.
¿Cuándo es necesario obtener un aval de bienes y raíces?
Se suele requerir un aval de bienes y raíces en situaciones en las que el prestatario busca obtener un préstamo considerable, como una hipoteca, un préstamo comercial o un préstamo para inversión. Los prestamistas pueden solicitar un aval de bienes y raíces como medida de seguridad adicional cuando consideren que el prestatario tiene un riesgo crediticio significativo.
¿Cuáles son los tipos de bienes y raíces que se utilizan como aval?
Los tipos más comunes de bienes raíces que se utilizan como aval incluyen:
Las viviendas
Las viviendas son uno de los tipos más comunes de bienes raíces utilizados como aval. Tanto casas unifamiliares como apartamentos pueden servir como garantía para préstamos.
Esto se debe a que las viviendas suelen tener un alto valor y son fáciles de valorar. Además, muchas personas tienen propiedades residenciales, lo que las convierte en una opción accesible para los prestatarios.
Los Terrenos
Los terrenos también son una opción popular para el aval de bienes raíces. Estas parcelas de tierra pueden tener un valor significativo, especialmente si están ubicadas en áreas de desarrollo potencial o en zonas urbanas en crecimiento.
Los prestatarios que desean comprar tierras para proyectos futuros, como la construcción de viviendas o comercios, a menudo utilizan terrenos como aval.

Las Propiedades comerciales
Las propiedades comerciales, como locales comerciales, oficinas y edificios industriales, son otra categoría común de bienes raíces utilizados como aval. Estas propiedades a menudo generan ingresos a través de alquileres o actividades comerciales, lo que las hace atractivas para los prestatarios que buscan financiamiento para proyectos empresariales.
Los prestamistas pueden considerar la ubicación y el potencial de ingresos al evaluar la idoneidad de una propiedad comercial como disponible.
Las Propiedades de inversión
Las propiedades de inversión incluyen aquellas compradas con el propósito de generar ingresos, ya sea a través de alquileres a largo plazo o de actividades comerciales. Ejemplos de esto son los edificios de apartamentos, propiedades de alquiler vacacional y propiedades comerciales.
Utilizar propiedades de inversión como aval puede ser beneficioso, ya que los ingresos generados por la propiedad pueden ayudar a respaldar el pago del préstamo.
Los prestamistas realizan tasas para determinar el valor de mercado actual de la propiedad. Además, es importante recordar que la propiedad utilizada como aval puede quedar en riesgo si el prestatario no cumple con los términos del contrato. Por lo tanto, los prestatarios deben evaluar cuidadosamente su capacidad para cumplir con el préstamo antes de comprometerse con un aval de bienes raíces.
¿Cuáles son las ventajas de utilizar bienes raíces como aval?
El uso de bienes raíces como aval ofrece una serie de ventajas y riesgos que los prestatarios y avalistas deben considerar cuidadosamente antes de comprometerse en un acuerdo financiero de este tipo.
- Mayor valor: Los bienes raíces suelen tener un valor más estable y apreciable en comparación con otros activos, como automóviles o equipos. Esto brinda una mayor seguridad tanto para el prestamista como para el prestatario.
- Tasas de interés más bajas: Los préstamos respaldados por bienes raíces tienden a tener tasas de interés más bajas en comparación con préstamos no garantizados. Esto se debe a que la propiedad utilizada como aval proporciona al prestamista una mayor confianza en la recuperación de los fondos prestados.
- Plazos más largos: Los prestamistas suelen ofrecer plazos de pago más largos cuando se utiliza un aval de bienes raíces. Esto puede traducirse en cuotas mensuales más bajas, lo que facilita la gestión de la deuda a largo plazo.
¿Cuáles son los riesgos asociados con el aval de bienes y raíces?

Al utilizar bienes raíces como aval, es esencial que el valor de la propiedad sea suficiente para cubrir la cantidad del préstamo. Algunos de sus riesgos son:
- Pérdida de propiedad: Uno de los riesgos más significativos del aval de bienes raíces es la posibilidad de perder la propiedad utilizada como garantía en caso de incumplimiento del contrato. Si el prestatario no puede cumplir con los términos acordados, el avalista podría enfrentar la ejecución hipotecaria, lo que significa que la propiedad se venderá para cubrir la deuda pendiente.
- Responsabilidad financiera: El avalista asume una responsabilidad financiera importante al respaldar un préstamo con bienes raíces. Si el prestatario no puede pagar, el avalista es legalmente responsable de la deuda, lo que podría resultar en graves consecuencias financieras, incluida la pérdida de sus propios activos.
- Depreciación del mercado: Aunque los bienes raíces tienden a apreciarse con el tiempo, los mercados inmobiliarios pueden experimentar fluctuaciones. En situaciones de depreciación del mercado, el valor de la propiedad podría disminuir, lo que podría afectar la capacidad del avalista para cubrir la deuda en caso de incumplimiento.
El aval de bienes raíces ofrece beneficios notables, como tasas de interés más bajas y plazos de pago más largos, pero también implica riesgos significativos, como la posible pérdida de la propiedad y la responsabilidad financiera. Es esencial que aquellos que consideran esta opción comprendan completamente sus implicaciones y busquen asesoramiento financiero antes de comprometerse con un acuerdo de aval de bienes raíces. Además, explorar alternativas menos arriesgadas puede ser prudente en ciertas circunstancias.
¿Cuáles son las responsabilidades del avalista en un aval de bienes y raíces?
El avalista tiene la responsabilidad de garantizar que el prestatario cumpla con los términos del contrato. Si el prestatario no puede pagar, el avalista debe asumir la deuda y puede perder la propiedad utilizada como aval.
¿Cuál es la diferencia entre un aval de bienes y raíces y una hipoteca?

Si bien ambas involucran propiedades inmobiliarias, la principal diferencia radica en el propósito:
- Aval de bienes y raíces: Se utiliza para respaldar cualquier tipo de préstamo o deuda, no necesariamente una hipoteca. El avalista ofrece la propiedad como garantía sin transferir la propiedad al prestamista.
- Hipoteca: Es un préstamo específico utilizado para comprar una propiedad. En una hipoteca, la propiedad se utiliza como garantía, pero el prestamista tiene un interés directo en la propiedad y puede tomar posesión si el prestatario no paga.
¿Qué pasa si el prestatario no puede cumplir con los términos del contrato?
Si el prestatario no puede cumplir con los términos del contrato, el avalista asumirá la responsabilidad de la deuda. En muchos casos, esto implica la ejecución de la garantía, es decir, la venta de la propiedad para cubrir la deuda pendiente.
¿Cuáles son las alternativas al aval de bienes y raíces para respaldar un préstamo?
Existen varias alternativas al aval de bienes y raíces, que incluyen:
- Aval personal: Un individuo ofrece su historial crediticio y capacidad financiera como garantía.
- Garantía de terceros: Otra entidad o persona garantiza el préstamo en nombre del prestatario.
- Garantías financieras: Depósitos en efectivo, cuentas de ahorro o inversiones que respaldan el préstamo.
- Aval de activos líquidos: Utilización de activos financieros, como acciones o bonos, como garantía.
Un aval de bienes y raíces es una forma común de respaldar préstamos mediante propiedades inmobiliarias. Aunque ofrece ventajas como tasas de interés más bajas y plazos más largos, también conlleva riesgos significativos, como la pérdida de la propiedad. Los avalistas deben comprender plenamente sus responsabilidades antes de comprometerse en un aval de bienes y raíces y considerar cuidadosamente las alternativas disponibles.
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